Wednesday, February 07, 2007

Responsabiliza Lugo a Posada Carriles del Crimen de Barbados


Freddy Lugo, uno de los dos individuos contratados por Luis Posada Carriles y Orlando Bosch para ejecutar la destrucción en pleno vuelo de un avión civil cubano, el seis de octubre de 1976, valora que es solo "un peón en las maquinaciones de exilados cubanos".
Según un artículo publicado el pasado sábado por The New York Times, con la firma de Simón Romero, corresponsal del diario en Caracas, señala cómo Lugo, hoy con 65 años de edad, se encuentra en libertad en la capital venezolana desde 1993, después de cumplir 17 años de una sentencia de 20 años de cárcel, y se gana la vida como taxista.
Posada es "un aventurero, capaz de cualquier cosa", afirma Lugo al comentar que si no hubiera encontrado a un empleado del agente CIA, Hernán Ricardo Lozano, unos días antes del crimen, hubiera vivido una existencia normal, publica hoy el diario Granma.
"Mi vida hubiera seguido una vía totalmente distinta", declaró al precisar que fue Ricardo quien lo reclutó para el complot urdido por Posada y Bosch.
Hernán Ricardo trabajaba entonces con la agencia de detectives creada por Posada, bajo orientaciones de la Agencia Central de Inteligencia. Realizaba tareas de vigilancia como fotógrafo. Así fue como conoció a Lugo quien era fotorreportero de publicaciones locales.
Ricardo recibió 16 mil dólares por colocar explosivos a bordo del vuelo 455 de Cubana mientras a Lugo le tocaron ocho mil. El C-4 se encontraba disimulado en un tubo de pasta dental Colgate, recuerda el texto del Times y recalca en varios aspectos conocidos del crimen de Barbados que dejó 73 muertos.
Lugo ignora dónde se encuentra Ricardo, pero dice creer que se fue de Venezuela.
El reportaje indica que Freddy Lugo maneja un taxi sedán de color beige, "su sola fuente de ingresos" y vive con su mujer "en un edificio elegante, pero en mal estado en una calle bordada de árboles".
"Dice que evita involucrarse en la política", escribe el autor del reportaje.
Preguntado si sentía remordimiento acerca de la muerte de 73 personas, incluyendo adolescentes del equipo cubano de esgrima, Lugo dijo que no. Explicó "de manera algo críptica" que se consideraba manipulado en un acto fuera de su control. "Soy un hombre normal", dijo al Times. "Soy inocente", dijo en sintonía con lo que ahora alega Posada.
El diario neoyorquino señala cómo el libro de los periodistas Alexis Rosas y Ernesto Villegas, acerca de Posada bajo el título El Terrorista de los Bush, recientemente publicado con mucho éxito en Caracas, ha despertado la atención del público sobre las reivindicaciones de Cuba y
Venezuela acerca del crimen. (AIN)

No comments: