Pobladores menos favorecidos con servicios médicos en cerca de una veintena de países del Tercer Mundo son asistidos hoy por más de 300 profesionales de la salud de la Isla de la Juventud, segunda ínsula en importancia de Cuba.
El pasado año galenos, estomatólogos y personal paramédico atendieron a miles de pacientes de forma gratuita, como parte de un programa surgido el 24 de mayo de 1963 con el arribo a Argelia de la primera brigada médica, para paliar la precaria situación sanitaria tras la guerra de liberación del colonialismo francés.
En apartadas zonas de América del Sur, Centroamérica, el Caribe, África y Asia los cooperantes de este territorio insular -a unos 110 kilómetros al Sur del habanero poblado de Batabanó- se enfrentan a enfermedades desconocidas para ellos o erradicas después de 1959 en la Antilla Mayor.
Lázaro Fonseca López, jefe del departamento de Colaboración Médica en el ultramarino municipio, destacó al semanario local Victoria, la labor de los internacionalistas sobre todo en la Misión Milagro, iniciada en el 2004 y que ha devuelto la vista a unos 500 mil pacientes de 25 países de América Latina y el Caribe.
El programa oftalmológico prevé operar en una década a unos seis millones de habitantes y con ese fin Cuba trabaja en la formación de recursos humanos, para extender ese servicio a otras latitudes.
La Organización Mundial de la Salud estima que existen en las naciones pobres 180 millones de personas con alguna discapacidad visual.
Desde 1963 hasta el año pasado, 132 mil 388 profesionales cubanos de la salud han salvado más de un millón de vidas y África ha sido el continente más beneficiado.
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